Torre Branca, Milán desde lo alto

Proyectada por Gió Ponti en el 1933, para dar a la ciudad un símbolo de modernidad y prestigio, la Torre permaneció cerrada por muchos años. Fue reestructurada por Fratelli Branca, famosa destilería de licores, a partir del 1985, y abierta solo en el 2002.

Con sus 108 metros, es el punto más alto de Milán, en el Parco Sempione. La sugestiva terraza panorámica, ofrece una prospectiva diferente de la ciudad: desde el Duomo a la Torre Velasca, a los Navigli, y, a lo lejos, en los días más limpios, los Alpes y hasta los Apeninos.

Totalmente en tubos Dalmine, de un acero especial, la Torre tiene una sección hexagonal con una ligera forma cónica que le da un aspecto casi de prisma.

Hoy, un modernísimo elevador permite la subida a la cabina belvedere cubierta, a cinco personas a la vez, en poco menos de 1 minuto.

Una vez confirmada la visita, es posible cancelarla hasta dos días laborales antes y reembolsar el costo de las entradas no utilizadas menos el costo del servicio. Cancelaciones sucesivas y no shows no son reembolsables.