Palacio de Caserta

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Admira el complejo del Palacio Real de Caserta, la Versalles de Campania. No solo acogió a los reyes Borbones de Nápoles, sino también una universidad, los ministerios, una librería pública, la magistratura, un gran teatro, un seminario y una catedral. Una arquitectura imponente, espléndidas vistas, maravillosos parques y jardines: ¡visita este sitio Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO cerca de Nápoles!

Llamada la Versalles del sur, la Reggia de Caserta es el más grandioso palacio italiano. De todas las espléndidas obras y construcciones con las que los Borbones embellecieron y modernizaron el Reino de las Dos Sicilias, la más importante es sin lugar a dudas la universalmente famosa y apreciada Reggia de Caserta, proyectada y en gran parte construida por el arquitecto holandés Ludwig Van Wittel, italianizado Vanvitelli.

Ocupa 44.000 metros cuadrados, y las dimensiones del palacio son de 247 x 190 metros por 41 metros de altura, con 1200 cuartos y salones. La construcción fue ordenada por el rey Carlos, y la Reggia debía ser la más bella y grande del mundo después de Versalles, para honrar el nuevo Reino que él había conquistado y como prueba de su voluntad de que tal reino fuera realmente independiente y soberano.

El palacio había sido proyectado como un grandísimo edificio con dos fachadas iguales, una que daba a la plaza de armas y la otra a los jardines. Por primera vez, la escalera central, que conduce a los departamentos reales, fue puesto al centro de un edificio.

Del vestíbulo superior se accede a la Capilla palatina, símil a la de Versalles, inaugurada en la Misa de Gallo de la Navidad del 1784, con la presencia del rey y de toda la corte. El departamento del rey está amueblado en manera rigurosa con muebles alemanes, mientras el de la reina María Carolina es frívolo y elegante.

Atravesando la Biblioteca Palatina, compuesta por tres salas, en estilo neoclásico, se llega a la Sala Elíptica, toda pintada de blanco, sin decoraciones, destinada a la diversión de la corte; actualmente acoge el encantador Pesebre borbónico. Los Borbones favorecieron siempre la antigua tradición del pesebre napolitano, y cada Navidad venía puesto un gran pesebre en la Reggia, al que participaban no solo artesanos expertos, sino también las princesas de la corte, confeccionando los vestidos de los pastores. Las figuras eran realizadas parte en terracota (cabeza, manos y pies), mientras que el resto era en yuta e hilo de hierro.

De la sala elíptica se accede a la espléndida Pinacoteca Casertana, recientemente decorada con los retratos de los soberanos. Pero aun más importante es la sección dedicada a los espléndidos paisajes que Ferdinando IV comisionó a J.P. Hackert, el segundo verdadero artista de la Reggia de Caserta. Digno de mención también el pequeño teatro de corte, en el ala occidental del palacio.

Para terminar, los maravillosos jardines, con encantadoras esculturas, para las cuales solo la vista puede dar fiel reproducción. El Parque es el único en Italia con un servicio público de transporte de un extremo al otro, por 120 hectáreas. Su esplendor y su vastedad se anuncian desde el ingreso a la Reggia, cuando el verde cubre todo lo que la vista puede contemplar entre los arcos de la galería central y los pilares del patio: una simetría axial fuertemente buscada por Vanvitelli, concebida para desarrollar el área en kilómetros.

Una vez confirmada la visita, es posible cancelar y reembolsar el costo de las entradas no utilizadas menos el costo del servicio.