Catedral de Siena y Biblioteca Piccolomini

Visita a la Catedral de Siena, uno de los ejemplos más ilustres de catedral gótico-romana en Italia, corazón del arte, la historia y la tradición de Siena.

El Centro del arte, la historia y la tradición de Siena. La catedral de Siena, cuya mole se alza en la homónima plaza, constituye uno de los más importantes ejemplos de catedral gótico-románica italiana. Según la leyenda, la catedral actual sustituye una primera iglesia dedicada a María, erigida alrededor del siglo IX, sobre el lugar donde se encontraba un templo dedicado a Minerva. Otras noticias sin documentación precisa indican que el edificio fue consagrado en el 1179 a la presencia del papa Alessandro III Bandinelli, de Siena, poco después de la paz con Barbarroja.

Solo a partir de diciembre del 1226, momento en el que se inicia el registro de la contabilidad municipal en Biccherna, poseemos una serie de documentos que nos permiten seguir los eventos de la construcción de la catedral. Se ha conservado, por ejemplo, prueba de varios pagos del gobierno de la ciudad a l'Opera a partrir de abril del 1227 para la compra de mármol blanco y negro (más bien, verde oscuro) que recubren el edificio, según el gusto típico del románico toscano.

En abril del 1259 se registra un pago de 6 "soldi" a "magistro Nichole de Opere Sance Marie". Se trata probablemente de una prima mención de Nicola Pisano, entre los artistas más innovadores del siglo XIII, a quien debemos el famoso púlpito, actualmente ubicado en el crucero izquierdo de la catedral. El hijo Giovanni, magister dell'Opera del 1284 al 1297, fue la figura clave de la construcción de la parte inferior de la fachada. A Giovanni Pisano pertenecen también las esculturas de profetas, sibilas y filósofos que antiguamente decoraban la fachada y ahora están conservadas en el interior del Museo dell'Opera (sustituidas por copias durante los siglos XIX y XX).

A finales del 1262 se documenta la adquisición de una domus destinada a acoger la sede dell'Opera y el laboratorio de los maestros, donde se trabajan los mármoles usados en la construcción de la Catedral. Durante el 1263 se compran plomo para la cobertura de la cúpula y cobre para la "manzana" que la coronaba. La cúpula se completa, entonces, en esta fecha (la linterna es una reconstrucción total "en estilo" del 1667).

Al interior, la catedral de Siena conserva numerosas obras maestras realizadas durante varios siglos. La obra excepcional, por muchos motivos, es el pavimento, "el más bello _, grande, magnífico...que haya sido construido", según la definición de Giorgio Vasari. Iniciado a partir del siglo XIV fue completado solo en el siglo XIX. Los cartones preparatorios para los cincuenta grabados fueron realizados por importantes pintores y escultores, todos de Siena, excepto Bernardino di Betto alias il Pinturicchio, autor, en el 1505 del grabado de la Colina de la Sabiduría. La técnica utilizada para transferir la idea de los varios artistas al pavimento es el incrustado de mármol con grafito. Se inició de manera simple, para luego alcanzar gradualmente una perfección sorprendente: los primeros grabados fueron trazados sobre losas de mármol blanco con surcos realizados con el escalpelo y el taladro y rellenados con estuco negro. Esta técnica se llama "grafito". Después, se agregaron mármoles colorados puestos juntos como en un pavimento de madera. esta técnica se llama incrustado de mármol. Posteriormente, se llegó a unir ambas técnicas, grafito e incrustado. Domenico Beccafumi, pintor manierista de Siena, activo durante la primera mitad del siglo XVI, perfeccionó aún más esta técnica, obteniendo los efectos del claroscuro pictórico.

En cuanto a la escultura, en la Catedral de Siena trabajaron los más grandes escultores de la época: de Nicola Pisano, que realizó el púlpito del 1265 al 1268, a su hijo Giovanni, autor de las esculturas de la fachada, antes indicadas; de Donatello, de quien nos queda la estatua del Bautista en la homónima capilla, a Miguel Ángel que esculpió San Pedro y San Pablo, San Pío y San Agustín para el altar Piccolomini, hasta Gian Lorenzo Bernini, de cuya arte son prueba la maría Magdalena y el San Girolamo de la Capilla del Voto. Pero en la Caterdral hay también obras de escultores, como Tino di Camaino, que realizó el monumento-sepulcro del Cardinal Riccardo Petroni, Urbano da Cortona, Antonio Federighi, de quien se recuerdan las espléndidas pilas de agua bendita junto a los dos primeros pilares de la nave central y el pozo del Sábado Santo en la Capilla del Bautista, Lorenzo di Pietro alias il Vecchietta, autor del Tabernáculo de bronce que corona el altar de Baldassarre Peruzzi, Giovanni di Stefano, Francesco di Giorgo Martini que participa a la decoración de la catedral con los ángeles que sostienen los candelabros, Domenico Beccafumi, que forjó ocho ángeles colocados sobre los pilones cerca del altar mayor, Giuseppe Mazzuoli, Melchiorre Caff{, Antonio Raggi, Pietro Balestra, autores de Monumentos dedicados a los pontífices.

Aunque muchas obras estén aún conservadas en el Museo dell'Opera y en otras colecciones italianas y extranjeras, en la catedral de Siena quedan también numerosas pinturas: paneles, lienzos y ciclos de frescos. Siguiendo un orden cronológico, podemos admirar la Virgen del Voto, al interior de la homónima capilla, atribuida a Dietisalvi di Speme.

La Biblioteca Piccolomini constituye algo único, un monumento de absoluto relevo por el ciclo de frescos realizados por Pinturicchio entre el 1505 y el 1507, que representa la biografía de Pío II, la sorprendente bóveda a grottesche, el pavimento Ginori que sustituye el original de azulejos color cobalto con media luna dorada, el grupo de mármol de las Tres Gracias, copia de época romanan de un original griego, los antifonales conservados en las vitrinas, cuyas miniaturas son obra no solo de artistas de Siena del siglo XV sino también de Liberale da Verona y Girolamo da Cremona, llamados a trabajar en Siena durante la segunda mitad del siglo XV, y que influenciaron en gran medida la pintura de Siena.

Junto a la Biblioteca Piccolomini, en la Capilla del Bautista, la biografía de San Juan se desarrolla en escenas pintadas nuevamente por Pinturicchio, parcialmente restauradas por Francesco Rustici y Cesare Maccari. El pintor de Umbria Bernardino d Betto recibió, entre el 1503 y el 1504, la comisión de la decoración de la Capilla cuya fábrica había iniciado en el 1482 gracias a la voluntad del obrero Alberto Aringhieri, para conservar la reliquia del brazo del Bautista, donada en el 1464 por Tommaso Pleologo, déspota de Morea, a Pío II, que a su vez la donó a la catedral de Siena.

Entre los ciclos de frescos se señala además la presencia de Domenico Beccafumi en la decoración del ábside, comisionada al pintor que en el 1535 fue asistido por el joven Marco Pino. De tal decoración queda la Gloria de Ángeles, las dos Victorias en estuco, y los dos grupos de de apóstoles.

En la zona del presbiterio se observan los cuatro grandes frescos de Ventura Salimbeni, el pintor que, junto al hermanastro Francesco Vanni y Alessandro Casolani, es protagonista del arte de Siena entre los siglos XVI y XVII, firma el contrato en el 1608, pero inicia solo más tarde a trabajar en el proyecto, en la primavera del 1610. Las escenas representan la Caída del maná y Ester y Asuero entre dos laterales con Santos y beatos de Siena.

De gran interés, para terminar, la serie de retablos de la catedral, aún hoy poco conocidos por el gran público, y que en cambio merecen una mención siendo obras muy representativas del siglo XVII, no solo en ámbito local: basta pensar en Carlo Marat y Mattia Preti.

La catedral conserva además una serie de valiosos vitrales. La más importante, la de Duccio di Buoninsegna, antes colocada sobre el ábside, fue recientemente trasladada al Museo dell'Opera y sustituida con una copia. En el ojo de la fachada se encuentra en cambio un vitral que representa La Última Cena, realizada en el 1549 por Pastorino de Pastorini, alumno de Guillaume de Marcillat. Abajo, al centro, se observa el escudo de armas, sostenido por dos ángeles, del rector que comisionó la obra, Azzolino de Cerretani, junto al nombre del artista y la fecha. Se señalan además dos vitrales del taller de Domenico Ghirlandaio, ubicados en la capilla del Sacramento y de Sant'Ansano, y una serie de doce aperturas a lo largo del tambor de la cúpula, realizadas en el 1886 por Ulisse de Matteis.

Para terminar, recordamos el coro, una de las obras más famosas de la larga y fecunda carrera de Fra Giovani da Verona (1456-1525), tallista de gran fama en el panorama hirtórico-artístico del siglo XVI. Las 38 incrustaciones pertenecían originalmente al coro de la Abadía de Monteoliveto Maggiore (1503-1505), pero en el 1813, por orden del arzobispo de Siena, Antonio Felice Zondadari, fueron transportadas a la catedral e insertadas en las dos alas laterales del primitivo coro del siglo XIV. El artista concibió, gracias a su capacidad de faber lignaris, magníficos objetos y símbolos relacionados con la ciencia y la teología.

CATEDRAL:

• 1 de marzo - 1 noviembre: 10:30 am - 7:00 pm / Domingos y festivos: 1:30 pm - 6:00 pm / Vigilia de festivos: 10:30 am - 6:00 pm
• 1 de noviembre - 28 de febrero (excepto 26 de diciembre - 8 de enero): 10:30 am - 5:30 pm / Domingos y festivos: 1:30 am - 5:30 pm / Vigilia de festivos: 10:30 am - 5:30 pm
• 26 de diciembre - 8 de enero: 10:30 am - 6:00 pm / Domingos y festivos: 1:30 am - 5:30 pm / Vigilia de festivos: 10:30 am - 5:30 pm
• Catedral: apertura el domingo por la mañana (sólo en marzo): 1:30 am - 5:30 pm

HORARIOS DURANTE EL PERIODO DE EXPOSICIÓN DEL PISO DE MÁRMOL INCRUSTADO:

El piso de mármol es expuesto de mediados de agosto a finales de octubre:

• entre semana: 10:30 am - 7:00 pm
• domingos: 9:30 am - 6:00 pm

Biblioteca Piccolomini:

• 1 de marzo - 1 de noviembre: 10:30 am - 7:00 pm
• 2 de noviembre - 28 de febrero: 10:30 am - 5:30 pm
• 26 de diciembre - 8 de enero: 10:30 am - 6:00 pm

Para todos los sitios:

> Última entrada media hora antes del cierre.

> Los horarios están sujetos a variaciones a causa de celebraciones religiosas.

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